Tras la confirmación de la presencia del virus de la Influenza Aviar en un ejemplar de águila calzada en Pedraza de Alba, la Junta de Castilla y León ha intensificado las labores de prevención, control y vigilancia en la zona. Este hallazgo ha llevado a reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas del entorno para evitar la propagación de la enfermedad.
La aparición de este virus no representa un riesgo significativo para la salud pública, ya que la cepa H5N1 circulante en Europa actualmente no tiene una alta capacidad de transmisión a los seres humanos. Además, se destaca que el patógeno no puede ser transmitido a través del consumo de carne de ave cocinada, huevos o productos derivados.
Ante esta situación, se recomienda a los trabajadores en granjas avícolas que intensifiquen las medidas de bioseguridad, comuniquen cualquier sospecha de enfermedad y eviten el contacto con aves silvestres enfermas o muertas para prevenir la dispersión del virus.
Es importante recordar que la Influenza Aviar es una enfermedad global, por lo que en España se lleva a cabo un programa nacional de vigilancia que incluye la supervisión activa y pasiva de aves domésticas y silvestres. Esta labor de vigilancia y control es fundamental para prevenir la propagación de enfermedades en la población avícola y proteger la salud pública.
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